Hola Chiquitines,
Esta vez, me tocó viajar vía Chile a otro destino pero como no había vuelos en el horario que necesitaba, me quedé una noche.
Hacía mucho tiempo que no iba a Chile y tuve la oportunidad de ir a la Viña Concha y Toro en el Valle de Maipo en donde se fundó en 1883 una de las viñas más famosas del mundo.
Cuando llegas, te dan un recorrido que empieza en la casa gigante que tenían los dueños de la Viña. El fundador se llamaba Don Melchor Concha y Toro y esta casa era la casa de verano!!!! (osea, la usaban en las vacaciones) y tienen árboles de diferentes lugares del mundo, unas palmeras enormes..que mejor les enseño en foto aquí:


Después fuimos a ver las uvas para vino, que son diferentes y más chiquitas que las uvas que se compran en el el súper y encontré la uva Carmenere, que es una uva que en el Siglo XIX pensaron que se había desaparecido en Francia por una plaga y en 1994 encontraron que en Chile había sobrevivido! El nombre viene del color Carmín que tienen las hojas antes de caerse…y las uvas saben deliciosas y muy dulces. Aquí les dejo otras de las uvas que vimos y aparte unas hojas de parra para que vean qué lindos son los paisajes donde se cultiva la uva de vino..¿Cómo les parece?





Nos llevaron también a las bodegas donde guardan las barricas (los barriles) con vino y una que me impresionó mucho porque hacen un recuento de una leyenda en el Casillero del Diablo..que es una cava subterránea, obscura y que hace muchos años alguien que robó botellas empezó un rumor— como decimos en México–«de que ahí espantan»….ven algo en la parte de atrás de la cava? 😐



Ya después del susto…nos llevaron a una degustación con vinos tintos y blancos y el Sommelier (que es el experto en vinos) nos dijo 234,567 veces el orden en el cual teníamos que tomar el vino:
- De izquierda a Derecha
- De Más claro a Más obscuro
- De más suave a más intenso
- De blanco a tinto
- De blanco claro a tinto fuerte …..ahhhhhhhhh ya entendimoooooos (o eso le queríamos decir)…porque aparte ya teníamos hambre 🙂


Al final, nos la pasamos increíblemente bien y regresé a Santiago a comprar los chocolates favoritos de papá que no hemos encontrado en otro lugar fuera de Chile…..se llaman SanheNuss….y me encontré un Helado de ese chocolate (pero no lo pude llevar 😦 )

Al final ya nos tuvimos que ir al Aeropuerto a tomar el vuelo largo a Nueva Zelanda…pero estuvo muy divertido conocer un poco más de Chile, del vino y la fruta.


Ojalá les haya gustado chiquitines…Los extrañé mucho y ya en estos días les sigo contando cómo me fue del otro lado del mundo.
Los adora,
Mamá